El ascensor me deja a los pies del sexto piso, llegar a casa sabiendo que nadie espera que no ya no tengo a quien esperar.
Y soy como un viento pesado que no puede echarse a volar y olvido como ser brisa ligera . Un grito de soledad aglomerada. De cuartos vacíos. De valijas llenas. De cajones revueltos desordenados llenos de nada.
Una llave a la que ya no la quieren.
Un par de libros olvidados.
Es que ya no estas. Ya no vas a volver.
Volveremos a ser solo uno, YO y mi apático ser.
Cuando abro la puerta de casa siento que la vida me atropella.
Y soy como un viento pesado que no puede echarse a volar y olvido como ser brisa ligera . Un grito de soledad aglomerada. De cuartos vacíos. De valijas llenas. De cajones revueltos desordenados llenos de nada.
Una llave a la que ya no la quieren.
Un par de libros olvidados.
Es que ya no estas. Ya no vas a volver.
Volveremos a ser solo uno, YO y mi apático ser.
Cuando abro la puerta de casa siento que la vida me atropella.