Es incomprensible que durante tanto tiempo halla podido vivir, respirar, despertar sin tu presencia en mi vida cotidiana.
Al verte sentada perdida entre tus libros, con ese peinado que nadie entiende, la mesa perdida debajo de un número indeterminado de hojas, la costumbre de mover tu pie derecho y morderte la comisura de tus labios. Al verte siendo parte de mis cuatro paredes que es ahora mi vida, siento que me quedo cortito de amor.
Cuando gastamos tardes caminando por Buenos Aires y gasto mi mano en tu mano, y pienso en voz baja, como pude pensar que aquello era vivir.
Cada nueva mañana tengo esa sensación de quedarme cortito de amor.
Al verte sentada perdida entre tus libros, con ese peinado que nadie entiende, la mesa perdida debajo de un número indeterminado de hojas, la costumbre de mover tu pie derecho y morderte la comisura de tus labios. Al verte siendo parte de mis cuatro paredes que es ahora mi vida, siento que me quedo cortito de amor.
Cuando gastamos tardes caminando por Buenos Aires y gasto mi mano en tu mano, y pienso en voz baja, como pude pensar que aquello era vivir.
Cada nueva mañana tengo esa sensación de quedarme cortito de amor.