jueves, 19 de junio de 2008

tic tac


Es tarde, creo, vigilo de reojo mi reloj lo cotejo con el de la pared y solo pasaron diez minutos de la última vez que deslice mi vista sobre ellos.
Es tarde para el desayuno que debería haber tomado a eso de las once de la mañana, es tarde para el almuerzo porque las horas me corrieron, el colectivo paso cuando abría la puerta de salida y me dejo con gustitoa nada en la boca,hasta que a las apuradas un tostado y una taza de cafe más que doble triple saciaron algo de mi ansiedad interna.
Es tarde para varias cosas que se hacen habitualmente pero es temprano como para decidir huir de mis obligaciones.
Todavía no logro recordar el día que decidí tomarme de rehén y hacerme esclavo de este ritmo de vida, de los siete días de la semana los primero cuatro los ocupo en cubrir tarde y mañana con trabajo y curso. El siguiente me queda libre viernes al fin tarde de seudo ocio terminar aquello que fui pateando durante la semana, tramites, compras, y obviamente un día de mi fin de semana es trabajado.
Es tarde, no solo pasaron mis cinco minutos para rever mis días, darme cuanta que tengo casi todo agendado menos unos días más tranquilos un poco más normales.
Es tarde, suena el teléfono y una tenebrosa voz me dice “pasa el siguiente”.
Es tarde pero aun me quedan varias vueltas de reloj para abrir la heladera y llamar al delibery nunca encuentro mas que gaseosa, agua y ellos que sería de mi vida sin la comida a domicilio.

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